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He vuelto a terapia tras dos años sin ir. Aunque se pueda percibir como un retroceso, esto también es avance.
Si leíste mi anterior Llamada☎️Perdida, entonces ya sabes que “toqué fondo”. ¿Lo bueno? Ahora solo puedo ir hacia arriba. El consejo que le daría a cualquiera en una situación similar, es que no espere a llegar al punto de ebullición que alcancé yo para buscar ayuda. No obstante, entiendo que cuando estamos tan mal que cuesta hasta pensar, la simple idea de verbalizar todo lo que nos supera, parece un esfuerzo titánico. Es un bloqueo mental, porque luego, cuando abrimos la boca y lo dejamos salir, el alivio es inmediato.
¡Qué importante es permitirnos gritar!
Escribí la pasada Llamada☎️Perdida en un impulso desesperado, como quien abre su diario y garabatea lo primero que le pasa por la cabeza. Mi enfoque habitual con esta newsletter es muy distinto: escribo con días de antelación para releer todo con distancia y cambiar las cosas que no me convencen. Analizo, mido, corrijo. El mes pasado no. El mes pasado vomité mis sentimientos y nada más poner el punto final, pulsé el botón de enviar.
Me he dado cuenta de que este es un patrón en mi conducta: racionalizar, reprimir y ordenar, hasta que no me caben más emociones en los estantes.
Tengo dos facetas dentro de mí extremadamente marcadas que se hallan en constante tensión. A mi novio, que es la persona que mejor me conoce, le gusta bromear con la típica analogía de los lobos, aunque al tratarse de mi cabeza sería más acertado hablar de cuervos que intentan arrancarse los ojos.
Al primero lo llamaremos Carbón, es el que la mayoría de personas conocen: muy inteligente, bastante independiente y un poco distante. Siempre parece saber cómo actuar y qué decir. Tiene las plumas enceradas con una confianza intimidatoria y cuando grazna el resto de la habitación enmudece para escucharle. Carbón es un cuervo cargado de ira que canaliza en nutrir su intelecto, ve el mundo con mirada crítica y ante los problemas se afila el pico, listo para la batalla. Es un gran trabajador y un compañero fuerte, digno de confianza, sobre quien otros se permiten descansar.
Al segundo lo llamaremos Tinta. Durante años permaneció oculto entre las ramas más altas, hasta que, poco a poco, empezó a acercarse a comer de la mano de aquellos que se ganaban su confianza. Tinta es un cuervo cariñoso, soñador y compasivo, de imaginación y empatía tan desbordantes que frustra a su compañero. Siempre comprende, siempre perdona, siempre anhela, siempre romantiza. Tinta también es un cuervo juguetón, le encanta reírse y hacer reír, tiene un fantástico sentido del humor, un poco negro (al fin y al cabo es un cuervo) pero nunca cruel. A diferencia de Carbón, Tinta es muy asustadizo, al mínimo temblor alza el vuelo para estudiar la situación desde un lugar seguro. Sin embargo, lo que más teme es algo intangible de lo que no puede huir: el rechazo.
Sé que no soy la única que siente que dentro de ella conviven dos personalidades. En numerosas ocasiones he pensado «¿Por qué en esta situación soy así, pero en esta otra solo me sale ser asá?», frustrada por no poder invocar al cuervo de mi elección en el momento indicado.
Al haber pasado la mayor parte de mi vida guiada por Carbón, construí mi autopercepción basándome solo en la mitad de mi persona. Durante años creí ser fría y seria, cuando lo cierto es que soy cálida y divertida. Sin embargo, mantenía esas partes de mí tan escondidas que ni yo era consciente de que estaban ahí, de que Tinta estaba ahí. Era incapaz de bajar la guardia y permitirme ser querida por miedo a salir herida. Suena a frase de villano edgy de novela de fantasía, pero es verdad.
Tengo tantísima experiencia compartimentando mis emociones para abordar los problemas de manera racional (una habilidad increíblemente útil, no lo voy a negar), que las pocas veces que mis emociones me superan, estallo. No sé cómo permitirme sentir dolor, miedo o enfado de forma plena, en cuanto suena la alarma, la silencio con lógica. Por eso, si la lógica falla, si los datos no cuadran, si no existe una solución que dependa de mí… BOOM. Maremoto emocional. Tinta toma las riendas y aletea de un lado para otro, chocándose contra los cristales de las ventanas en busca de una que esté abierta. Así escribí mi anterior Llamada Perdida, de la cual Carbón se avergüenza por percibirla como un signo de debilidad, mientras que Tinta protege al tratarse de un recipiente emocional puro, sin filtrar.
Resulta irónico que esté usando cuervos como metáfora de mi identidad, cuando tengo una fobia extrema hacia los pájaros. Supongo que sentir fascinación por las cosas que tememos es parte de nuestra dualidad, otro ejemplo más de la eterna contradicción humana de la que todos somos víctimas.
No hay un cuervo que sea más real que el otro, sería simplista asumir que Carbón es una careta y Tinta es mi “verdadero yo”. Los dos son parte de mí en igual medida. Soy tan racional y determinada, como bromista y sensible. Sí, hay etapas en las que me cuesta nivelar ambas facetas, gana una, pierde otra, gana otra, pierde una. Pero cuanto más maduro y descubro sobre mí misma, más fácil les es a mis cuervos volar en bandada, unidos por un todo.
Soy fuerte, soy frágil, soy inteligente, soy ingenua, soy valiente, soy cobarde, soy analítica, soy creativa, soy líder, soy dependiente, soy responsable, soy sarcástica, soy tranquila, soy dramática, soy Carbón, soy Tinta, soy cuervo, soy humana.
Y así, el graznido se volvió grito ✸
✸ Si te gusta Llamada☎️Perdida, me ayudaría muchísimo que la recomiendes o compartas (🔗aquí). No solo te harán más casito que a mí, sino que además quedarás de interesante por apoyar la creación de contenido indie ✸
👄 Hablando de canalizar el grito… GR!TA es un club de escritura creativa que llevo queriendo lanzar desde hace bastaaaante tiempo. Su objetivo es ayudarte a recuperar o descubrir la pasión por escribir de una forma amena, al abordarse desde el juego.
El proyecto nació de una necesidad propia. Este último año me he recorrido muchísimos talleres y eventos de escrituras, todos impecables y llevados a cabo por gente maravillosa. En ellos la literatura siempre se enfoca como algo bello, sensible o elevado (que lo puede ser), nunca sucio, ruidoso o divertido (que también lo puede ser). Indirectamente, esto me creaba una presión por “hacerlo bien”, por crear algo a la altura de las fantásticas escritoras que estaban conmigo. Siempre me iba a casa con algún poema o reflexión enhebrados con palabras hermosas... ¡y esto está genial!
Si esperabas que criticase a otras compañeras, es que no me conoces. Nunca debemos restarle valor al trabajo ajeno, sino intentar sumar con el nuestro. En la variedad está el gusto. Y aquí es donde entra GR!TA.
Una parte de mí, esa parte imperfecta y algo friki, se empezó a preguntar: “¿por qué no existen espacios de escritura enfocados a mujeres donde fliparse sin límites? ¿Y si quiero escribir sobre los pelos de mi axila, convertir a mi madre en pato o viajar a un planeta hecho de chicle?”.
El principal objetivo de GR!TA no es que escribas, es que imagines. Ejercitar esa creatividad infantil que lleva tanto tiempo oxidada, para derribar los límites de la razón adulta. Tener un espacio donde permitirse fallar y desterrar la presión por escribir algo “digno”, para escribir algo con lo que te lo pases bien, aunque sea una mierda. Por algo dicen que cagar es uno de los mayores placeres de la vida.
Si tras leer esto te han dado ganas de gritar, échale un ojo a la web y apúntate a la lista de correo para enterarte de las novedades que en nadita irán llegando. También te animo a seguir la cuenta de Instagram y compartir el club con quien creas que le puede interesar.
En agosto se realizará la primera dinámica mensual, completamente gratuita para que decidas si GR!TA es para ti (espero que sí), y a partir de septiembre ya comenzaremos con la suscripción mensual (25€, el precio más bajo que me podía permitir en mi lucha por una cultura accesible).
Siempre me escuchas tú a mí, algo que agradezco infinito, pero me gustaría empezar a escucharte yo a ti también. Estoy segura de que guardas un grito muy potente dentro de ti ✱
📻 Contradicción de Love of Lesbian es el tema perfecto para el momento en que me hallo, un himno a “estar mal aunque intentando estar mejor”.
🎮 Hoy te recomiendo Viewfinder, un videojuego de puzles de lo más originales en el que las fotografías que tomas se convierten en espacios reales. Me estoy esforzando por ver las cosas desde otra perspectiva y este juego “juega” con esa idea.
🎬 Y para rematar, te insto a ver Inside Out 2, que si aún no lo has hecho seguramente estés harta de que todo el mundo hable de ella. Pero, uff, es que menuda llorera tuve de principio a fin.
🩹 Por último, quiero aprovechar este espacio para agradecer todos los mensajes de apoyo que recibí con mi anterior Llamada☎️Perdida. Algunas me dijisteis que esa sensación os resultó demasiado familiar… os animo a enfocar las poquitas energías que tengáis en hablar con alguien de confianza sobre ello, lo demás ahora mismo es secundario.
Aunque nunca dejaré de respaldar la atención psicológica, solo es un engranaje más en el proceso de mejoría y un gasto que no todo el mundo puede asumir.
Últimamente el único consejo que se escucha es “ve al psicólogo” y esto es muy reduccionista, además de un motivo de frustración más para muchas personas precarias o que buscan sentirse escuchadas por sus seres queridos, no que estos eludan la responsabilidad pasándole “el problema” a un profesional.
¿Y si cambiamos el “ve al psicólogo” por un “voy a tu casa a pasar el rato, llevo algo de merendar, no hace falta ni que te quites el pijama”?
Sentirse cuidado por las personas que queremos y cuidar a las personas que nos quieren diría que es lo más importante en esta sociedad de consumo individualista que cada día intenta aislarnos más y más.
Quedar con amigas, charlar por teléfono con tu hermana, retomar hobbies, escuchar música y salir a pasear son formas sencillas, asequibles y muy eficaces de ir poco a poco saliendo del hoyo. Al final, ser feliz se basa en sumar a nuestras vidas elementos que nos hacen felices, elementos que solemos descuidar, apartar u olvidar cuando pasamos épocas complicadas.
✸ Gracias por llegar hasta aquí, ha sido otra Llamada☎️Perdida extraña, como últimamente todo en mi existencia. Espero que leerme y acompañarme en mis procesos te ayude a transitar los tuyos propios. Nadie está siempre mal, ni siempre bien. Igual que no todo es solo malo, ni solo bueno.
Aun así, incluso en la peor de las tormentas, sigo pensando que vivir es una preciosa aventura.
📌 PD: Por curiosidad, ¿qué animal serían tus dos personalidades en lucha? Te leo en los comentarios de Substack, DM de Instagram o por correo 🤍
Hala, cuídate mucho.
Alessandra 🥀