[Llamada Perdida no es un podcast, pero una suscriptora me comentó que le gustaría tenerla también en audio 🔊 por falta de opciones que no sea ✌🏻]
Sí, he caído en la operación bikini 👙. Básicamente he ido al armario, he sacado mis bikinis, me los he probado, he visto que he engordado un poquito estos meses 🤰🏻 y le he dicho a mi reflejo “Fuck yeah, hay que ver lo sexy que estoy” 💃🏻. Fin de la operación bikini.
Vale, no, así no ha sido. Así es como me hubiera gustado que fuera 🤷🏻♀️. La realidad fue que me probé mis bikinis, vi que había engordado un poquito estos meses, acaricié mi pancita, mis muslos y mi culo, me sentí culpable por sus formas, la idea de que “aún estaba a tiempo ⏰ de rebajarlos” se pasó por mi cabeza, seguida de un “¿qué mierda machista y gordófoba estás pensando, Ale?” y luego vino el “Fuck yeah, hay que ver lo sexy que estoy”. Fin de la operación bikini.
Es importante cuidarse 🥑, tanto física como mentalmente.
Yo tengo claro que debería hacer deporte por salud, no lo voy a negar, siempre ha sido mi asignatura pendiente. He tenido cientos de intentos a lo largo de mi vida de crear una rutina de ejercicio 🏋🏻♀️ que por mil motivos nunca termino de convertir en un hábito 🙃. Se me dan bien muchas cosas, pero esta no. Aun así, me alimento sano 🥕 y tengo un cuerpo de lo más normativo: talla 38 de abajo, S de arriba, con las curvas ideales para encajar en un póster de estilo pin-up.
Siempre me he considerado una persona sexy 💅🏻 a pesar de mis defectos, sin embargo, cuando llega la época del bikini y veo mujeres sin nada de tripa, con culos ingrávidos y muslos tonificados, una parte de mí duda 💩. Duda de si la gente me mirará y verá a una persona atractiva, o si lo que verá será a una persona con “unos kilitos de más” 🔍. El peor crimen estético 🙄. Y eso que, repito, mi cuerpo es de lo más normativo. No quiero imaginar el debate interior que debe pasar una mujer que se salga del canon.
Digo mujer, no porque los hombres no sufran presión estética, sino porque en su caso no es un requisito social para ser aceptados como individuos 🧍🏻♀️. A las mujeres nos lavan el cerebro desde que nacemos para que seamos guapas y la primera norma del club de las guapas es estar delgada a cualquier precio 💸. Da igual que no estés sana, que no comas, que tus músculos sean tan finos que no puedan ni mover tu cuerpo, da igual que vomites en el váter, da igual que seas infeliz. Da igual todo, mientras mantengas la báscula a raya. Por eso me hace tanta gracia la gente que dice que se preocupa por la salud de las personas gordas, porque si lo que importase es la salud 🏥, no se guiaría por su gordura, sino por su rendimiento físico y su cordura emocional.
La peor época de mi vida fue en la que más delgada estuve. Tenía una ansiedad tan fuerte que me daban ataques de asfixia todos los días, me saltaba comidas 🥗, vivía consumida por el miedo y el agotamiento. Pero oye, mis brazos eran dos palos sin carne suelta y qué guapa me veía con las mejillas chupadas. Lo peor es que cuando adelgazas recibes un refuerzo positivo bestial por parte de todo tu entorno 🎀 y aunque por dentro te puedas estar sintiendo en la más absoluta miseria, parece que a nadie le importa (los defensores de la salud de las personas gordas en este tipo de salud no se meten, qué conveniente 🤡) porque lo compensa el estar delgada.
REGLA DE ORO | No comentes nunca nada sobre el cuerpo de otra persona 🤐, te parezca positivo o negativo, a menos que pueda cambiarlo en 10 segundos.
Ejemplo A: “Uy, tienes un grano enorme en la nariz” ¿Puede cambiarlo en 10 segundos? No. CÁLLATE ❌
Ejemplo B: “Uy, tienes algo entre los dientes” ¿Puede cambiarlo en 10 segundos? Sí. DÍSELO ✔️
Repito que tengo un cuerpo normativo. Voy a seguir remarcándolo porque creo que cuando se habla de body positive parece que solo nos dirigimos a las personas que se salen del canon drásticamente y obviamos toda la pluralidad que hay entre medias. ¿Dónde quedan las chicas mediocres? 🐒 ¿Dónde quedan las chichas, las tetas caídas, la flacidez, las estrías, la piel de naranja 🍊? Todas esas cosas que quizás no se vean con la ropa puesta 👚, pero que están ahí.
Yo a veces me siento una farsante 👻. Como que con ropa soy “canónica”, pero justo por eso se espera que sin ella siga siéndolo y no tenga un solo defecto bajo la tela. Si no soy lo suficiente “rellenita” para que me llamen gorda, tendré que estar a la altura de las delgadas, con todo lo que conlleva, ¿no? Así que me miro al espejo con mi bikini y pienso que “estoy a tiempo”. A tiempo de corregirme 📐, más que a tiempo de aceptarme tal cual soy.
La mayoría de mis amigas son muy delgadas (os quiero, reinas 👑), tienen esa complexión de elfas gráciles y flexibles por naturaleza 🧚🏻♀️. Tener tantas amigas delgadas a veces me hace sentir gorda “por contraste”, lo cual por un lado es una tontería porque sé que no estoy gorda y por el otro lado es gordófobo porque me estoy sintiendo mal por la posibilidad de que me vean gorda, como si fuese lo peor que otros pudieran decir de mí 👺. Hay que ver la cantidad de ideas tóxicas que nos meten en la cabeza.
Sé que las mujeres esbeltas tienen sus propias preocupaciones. Estar flaca no es lo mismo que carecer de complejos o problemas de salud. A algunas les preocupa tener poco pecho o parecer “un palo”, muchas tienen desregulaciones menstruales 🩸 (se ha estudiado que hay una relación directa entre sufrir endometriosis y tener una corporeidad alta y delgada) y todo esto es válido. No estamos compitiendo 🏆 por ver quién lo pasa peor, tranquis, que hay traumas de sobra para todas.
Pero a nivel social, encajar en el reducidísimo estándar corporal 🪞 te ahorra unas cuantas situaciones innecesarias. Como avergonzarte de llevar un bikini, o que los escotes pronunciados en lugar de elegante te hagan ver “vulgar”, o que la ropa holgada en ti parezca un saco 🥔, o que tengas que descartar cualquier prenda creada para ser llevada sin sujetador, porque aunque la moda actual dicte “tetas libres”, algunas seguimos necesitando el suje por comodidad.
Yo no puedo comprarme ropa en la sección infantil, pero tampoco en la de tallas grandes. Soy ese cuerpo que aunque encuentra su número en la mayoría de tiendas, lo que no encuentra es ropa que le favorezca, ya que el patrón no está hecho para mi tipo de forma 🧩. La genética me hizo bajita con caderas anchas para parir muchos críos, muslos grasos para guardar reservas energéticas y tetas grandes para alimentarlos… 👀 cuidadito, que mi abuela tuvo nueve niños y yo salí a ella. Mientras, aquí sigo sin saber si algún día querré ser madre, menudo desperdicio.
Se habla de ser delgada como si fuese lo único que te condiciona, pero dos personas pueden pesar lo mismo y tener corporeidades muy distintas. Así que vuelvo a preguntar dónde queda el body positive para todas las mujeres que no encajamos en ningún extremo ⚖️. Las de talla M de “mediocres”, con tripas abultadas y culos caídos, que pensamos en cambiarnos si nos vemos en bikini. Cuando es el pensamiento 🧠 colectivo (y eso incluye el propio) el que tiene que cambiar para dejar de juzgarnos A TODAS por nuestro cuerpo.
Con palomitas 🍿
Hay una serie que pasó por Netflix sin levantar mucho revuelo. Hablo de Good Girls 💜, un thriller de humor negro que empieza con tres madres del típico suburbio estadounidense que se ven forzadas a atracar una tienda.
La recomiendo en esta Llamada Perdida en concreto, porque una de las cosas que más me sorprendió de la serie es que ninguna de las protagonistas encaja en el canon corporal típico, y aun así se las retrata como mujeres atractivas y atrayentes ✨. Porque lo son. Este detalle, que parece tan insignificante, juro que hizo muchísimo bien en mi autoestima.
De verdad que mola mucho y es perfecta para ver en verano. Dale un try.
Con confianza 🩹
Hablando de salud, mi salud mental no ha estado muy bien últimamente. Desde que terminé el primer borrador de la novela me he sumido en una crisis existencial bastante tocha 🕳️. ¿Cuál es mi objetivo? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Merece la pena tanta incertidumbre?
Las redes sociales 📱 se habían convertido por inercia en mi coping mechanism, y de pronto me encontré haciendo scrolling, teniendo ansiedad por los likes y sintiéndome insuficiente.
No soy una detractora de las redes, me encanta Instagram, siempre lo ha hecho y lo hará. Pero cuando hay un malestar, estos espacios potencian tu vulnerabilidad 💣 y te distraen a la vez que vuelcas toda tu valía en un algoritmo volátil creado para socabarte.
Así que me he desinstalado ✂️ todas las redes sociales durante una temporada y no sé cuándo volveré a ellas (calculo entre 10 días y dos semanas, ya iré viendo qué tal me encuentro). Sobre todo quiero regresar viéndolas como un medio y no como un fin en sí.
Ahora estoy llenando mi tiempo con cosas que había olvidado que me hacían feliz, como escuchar música de forma activa 🎧, leer libros de mi adolescencia o escribir esta newsletter aun sabiendo que solo la leerás si ya estás suscrita (porque dadas las circunstancias no voy a promocionarla en ninguna red). Una parte de mí te tiene especial cariño por ello 🫶, por estar ya aquí. Gracias.
De hecho, lo que más pena me da de haberme desinstalado las redes es la gran cantidad de gente maravillosa con la que hablo por DM en Instagram. Si alguna de vosotras me está leyendo ahora mismo… que sepas que te echo de menos 🫂. Pero bueno, mi ausencia es temporal.
Con auriculares 🎧
Trasteando con la IA, saqué por casualidad esta taza con cascos. Me pareció una idea tan adorable que tuve que dibujarle 🎨 una carita. La he llamado Muggie. ¿Qué crees que está escuchando? Yo digo que esta canción.
Ojalá tengas un buen inicio de verano, yo desde luego necesito desconectar un tiempo y tomarme unas vacaciones 🌴🥥. Pero tranquila, que no voy a saltarme ni una sola Llamada Perdida ☎️
Como siempre, si te gustó, comparte con tus amigas, sobre todo si crees que pueden sacar algo positivo de mis palabras. Espero que sí.
Hala, cuídate mucho.
Alessandra 🥀
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